sábado, 9 de julio de 2011

I Simposio Internacional de Masculinidad / MASTURBACIÓN Y SEXO SEGURO


Santiago de Cuba 23-25 junio

Nombre completo de la investigación:

Conocimiento de estudiantes de psicología del sexo masculino acerca de la MASTURBACIÓN COMO PRÁCTICA DE SEXO SEGURO

Autor: Manuel Lescay Céspedes


Resumen

La presente investigación se realizó con el objetivo de evaluar el nivel de conocimiento de los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de psicología con respecto a la masturbación como práctica de sexo seguro en la sede universitaria Manuel Isla Pérez, durante el periodo septiembre – noviembre de 2010. Con esta finalidad se realizó un estudio descriptivo de corte transversal donde se emplearon técnicas como: la revisión bibliográfica y la encuesta, que sentaron las bases teóricas-metodológicas.

El universo estuvo constituido por 63 estudiantes varones de la matricula total de la especialidad, la muestra la conformaron 43 estudiantes teniendo en cuenta la voluntariedad de los participantes en la investigación dando le cumplimiento a los criterios de inclusión y de exclusión La información obtenida se proceso de forma computarizada utilizando el porciento como medida de resumen. Los resultados obtenidos se presentaron en cuadros de contención. Los principales resultados fueron que la muestra seleccionada evaluó a la masturbación como una posibilidad más entre otras actividades sexuales, encuadradas en el comportamiento sexual humano, siempre que se practique de forma libre, no sea de carácter compulsiva ni tan reiterada que dificulte la normal actividad cotidiana.

Control Semántico

Masturbación: Masturbarse significa acariciar o frotar los órganos genitales con el objetivo de llegar al orgasmo. Durante este proceso, es habitual tocar algunas zonas erógenas para incrementar el goce sexual.

Sexo seguro: Es el acto de acariciar, besar, apretarse cuerpo con cuerpo, masturbarse mutuamente, sin haber penetración ni el uso del preservativo o condón.

Onanismo: Búsqueda del orgasmo por medio de excitaciones mecánicas de los órganos genitales, por lo general, practicada sobre uno mismo, casi siempre con la mano (masturbación). (De acuerdo con el origen bíblico relativo a Onán, la expresión debería referirse al coito interrumpido.)."

Introducción

Durante siglos, la masturbación ha sido confinada al espacio de lo prohibido, fue perseguida por la iglesia judeocristiana como un acto contra natura, y se le han atribuido tantos padecimientos y enfermedades que la suma pasa de los 200.1

La masturbación es uno de los tabúes más depurados en nuestra cultura; la palabra quizás provenga del vocablo latino manus stuprare, algo así como cometer estupro (abuso o violación), contra uno mismo utilizando las manos. Si tenemos presente que el término estupro conlleva una acción vergonzosa o humillante, queda a la vista la censura que la palabra masturbación lleva implícita.2

En los siglos XVIII y XIX circulaba gran cantidad de manuales y libros médicos contra ese “mal” llamado también “vicio nocturno” o “acto morboso”, que sembraban el pánico en la población. Se inventaron aparatos y se puso en boga el uso de camisas de fuerza para impedir que, en las noches, los jóvenes pudieran realizarla.3

Recién a fines del siglo XIX comienza a producirse un cambio de mentalidad y a considerarse que la masturbación no era causa, sino que podía, en los casos compulsivos, ser consecuencia de disturbios mentales. Entre 1911 y 1912, en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, hubo un Simposio sobre el onanismo. Allí, Freud habla de un retorno terapéutico del onanismo; en el mismo encuentro, Wilhelm Reich llegará a decir que “si un paciente logra su primer orgasmo, por lo menos masturbatoriamente, es un logro en camino hacia la mejoría”. También sostenía que los padres intentaban suprimir la sexualidad infantil para facilitar la sumisión de los hijos al poder de la autoridad paterna.3-4

Los aportes del médico vienés se dieron a conocer con el nombre de Contribuciones para un debate sobre el onanismo. En un párrafo Freud decía: “También puede hablarse de un retorno terapéutico del onanismo. Muchos de ustedes ya habrán hecho, como yo, la experiencia de que es un libre progreso que el paciente ose de nuevo practicar el onanismo en el curso del tratamiento”.4

Para hablar de cifras, en 1953, el Informe Alfred Kinsey sexólogo, consigna que un 92% de los varones y un 63 % de las mujeres afirmaban haberse masturbado alguna vez. Es interesante señalar que, en nuevas encuestas (Informe Hite y otras) esta diferencia entre los sexos tiende a reducirse cada vez más.5

Masturbarse significa acariciar o frotar los órganos genitales con el objetivo de llegar al orgasmo. Durante este proceso, es habitual tocar algunas zonas erógenas para incrementar el goce sexual. Esta es una práctica frecuente entre los chicos y chicas adolescentes, por medio de la cual aprenden a conocer mejor las características y necesidades de su cuerpo. Pero la masturbación no se circunscribe solamente al ámbito juvenil, sino que es practicada por la mayoría de las personas a lo largo de su vida, como parte integrante de la sexualidad.6

Uno de los motivos para trabajar en la investigación, validación para nuestro medio y difusión de nueva información acerca de la masturbación, es la mitología que se ha creado acerca de su práctica; estas falsas creencias tienen las más diversas procedencias y un común origen: La ignorancia. Es, pues, menester, trabajar en su esclarecimiento. 7

Uno de los mitos mas extendidos es que la masturbación es dañina. Se teme que una eyaculación muy frecuente (sea por masturbación o por coito) causa pérdida de fuerzas, desgaste excesivo del organismo o incluso problemas emocionales (Ochoa, 1991).

Estos mitos se extienden a sectores supuestamente ilustrados como el de los estudiantes de medicina que en un 15% cree que la masturbación causa trastornos mentales (Lief 1979; Maxmen 1986, en Ochoa 1991).

Otro mito más o menos difundido acerca de la masturbación femenina, es que produce un aumento del clítoris, la cual es totalmente falsa (Ochoa 1991).

Los efectos que tiene la masturbación es aun motivo de discusión o ignorancia, así tenemos que casi el 50% de los estudiantes de una escuela de medicina en Filadelfia, en 1961, pensaban que la masturbación podía provocar enfermedad mental y el 20% del personal de la facultad era de la misma opinión (Greenbank 1961, en Mc Cary 1983). En la actualidad el 15% de los estudiantes de ambos sexos piensan que ciertas enfermedades mentales son provocadas por la masturbación (Lief y Ebert 1974, en Mc Cary 1983).

La masturbación puede acompañar a varones y mujeres hasta sus últimos días y ser un elemento terapéutico en el abordaje de las disfunciones sexuales. Insisto en la idea de que se trata de una práctica íntima, privada, que puede asociarse o no con la relación que se tenga con los otros. Es una manera de mantener activo el erotismo y muchas personas recurren a la autoestimulación en momentos donde no pueden, por circunstancias especiales, tener relaciones sexuales con sus compañeros; por insatisfacción; por soledad o como una variante más en el infinito marco de posibilidades que permite el encuentro amoroso. 8-9

La Sexología moderna no afirma que hay que masturbarse de manera obligada ni que el que no lo hace es un reprimido como tampoco creo que la masturbación deba ser realizada, aconsejada y hasta tecnificada terapéuticamente de una manera generalizada y unívoca. Las creencias religiosas y los valores (concepto axiológico) tienen eficacia y, por otro lado, muchas personas no necesitan hacerlo porque se encuentran sexualmente satisfechas. Pero también es cierto que se debiera aceptar que, aquel que lo desee, por insatisfacción, necesidad o alternativa, pueda masturbarse sin culpa, censura, castigos ni temores.10

La masturbación, según los sexólogos, tiene muchos puntos a favor, sobre todo en la adolescencia, porque conforma una parte importante del desarrollo psicosexual, y ayuda a los jóvenes a identificar los patrones de respuesta sexual.11

Además, resulta ciento por ciento seguros, que no se corre el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual ni existe la posibilidad de salir embarazada Puede servir, asimismo, para aliviar la tensión sexual cuando no se dispone de otra opción. Fortalece la musculatura pélvica y diversos estudios han demostrado que proporciona una vida sexual más prolongada.

Dejando a un lado tabúes que nos han sido impuestos, la masturbación es una alternativa más en la rica gama de la sexualidad humana. Una fuente a explotar en la búsqueda de los deseos que nos motivan y los que no, una parte del camino para ser individuos plenos.

Hoy en día son varias las personas que no aceptan la práctica de la masturbación como un acto normal que finaliza hasta que morimos como parte de nuestra sexualidad, debido a los estigmas y prejuicios que existen en nuestra sociedad, por el desconocimiento existente, sobre la sexualidad y cabe preguntarse.

Las razones antes expuestas permiten enunciar como problema fundamental de la investigación.

¿Qué nivel de conocimiento poseen los estudiantes del sexo masculino con respecto a la masturbación como práctica de sexo seguro?

Para dar solución a esta probabilidad se propone un estudio descriptivo de corte transversal en los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de psicología aplicando una encuesta que me permitirá evaluar el conocimiento que existe en cuanto al tema a partir de los prejuicios y estereotipos conformados en nuestra sociedad. Aspira asimismo a enfatizar la necesidad e importancia de los estudios de la sexualidad, lo cual significaría un aporte enriquecedor a nuestra sociedad. La justificación desde las nesecidades sociales que se le atribuye dado que en nuestra sociedad cubana pese a los programas que se realizan para que exista un grado de aceptación en cuanto a los temas de la sexualidad y al estudio de las masculinidades todavía persisten ciertos tabúes, creencias erróneas, prejuicios alrededor de esta. La importancia que se le atribuye es que sirve para conocer la importancia que le atribuyen a la sexualidad los estudiantes de la enseñanza universitaria y que en su formación como futuros profesionales no clasifiquen a la misma como un prejuicio, al hablar del tema.

La estructura del trabajo comprende dos etapas que, guardan una estrecha relación entre sí:

La primera etapa de diagnóstico, se utilizó para la selección de los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de psicología de la universidad de ciencias médicas interesados en participar en la investigación, donde se aplicó una encuesta validada por un comité de expertos.

La segunda y última etapa fue de evaluación donde se recogió los datos emitidos en la encuesta para observar y comparar los resultados con otros trabajo realizados.

El tema de investigación resulta de actualidad al corresponder con líneas generales de instituciones internacionales y nacionales interesadas en el estudio de la sexualidad.

Objetivo

Evaluar el nivel de conocimiento de los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de psicología de la sede universitaria Manuel Isla Pérez acerca de la masturbación como práctica de sexo seguro en el periodo septiembre-noviembre de 2010.

Capítulo 1 Fundamentación Teórica

Epígrafe 1.1 Concepción teórica de la masturbación

En los comienzos del siglo XVIII, un monje inglés edita un panfleto donde profiere terroríficas advertencias contra la masturbación y la rebautiza onanismo. En apariencia la primera obra médica dirigida contra la masturbación apareció en 1710 y su autor fue un médico inglés llamado Becker, quien publicó Onania, en clara alusión bíblica. La idea de que es un acto pecaminoso, contra natura, comienza a transmitirse de generación en generación, hasta que en 1758 este delito de confesionario pasa a ser aceptado por la medicina de la época. Un médico suizo llamado Tissot se convierte en su más férreo detractor y llega a afirmar que la masturbación era la más mortífera y siniestra de las prácticas sexuales. Como producto de la asociación religión-medicina comienza a desplegarse, de allí en más, un amplio catálogo de enfermedades. Tissot no sólo le atribuyó a la masturbación (en su propio tratado llamado Onanismo y advertencia al público en general con respecto a su salud), ser la causa de agotamiento, nerviosismo y locura, sino que llegó a sostener que al daño físico y psíquico sobrevenía un daño moral con el castigo divino consiguien. Allí también afirmaba que la pérdida de una onza de semen por vía masturbatoria era tan debilitante como la pérdida de 40 onzas de sangre.

Para ese médico y sus seguidores el onanismo producía:

-Oligofrenias y demencias

-Cardiopatías (llegó a describir el corazón de un masturbador)

-Melancolía

-Crisis histéricas

-Ceguera

-Impotencia

-Esterilidad

-Adelgazamiento y tuberculosis

-Calvicie

Cuenta Plutarco (96) que el filósofo Crisipo felicitaba a su colega Diógenes por haber llevado su cinismo hasta el extremo de masturbarse a la vista del público, en las calles de Atenas. Los cínicos recomendaban la masturbación como el método más sensato de obtener satisfacción sexual.

Aristófanes (388 A.C.) decía que la masturbación es una práctica indigna de los hombres, exceptuando los niños, los esclavos y las mujeres.

En 1943 Ramsey (en Brecher 1973) señaló que entre los 3 y 7 años de edad había un incremento en el interés sexual y la actividad sexual, que si bien no todos se masturban en esta etapa, encontró que el 5% de los niños de 6 años o menores se había masturbado y el 10% de los niños de 7 años.

En 1951, Beach y Ford, tras un estudio sobre la conducta sexual en distintas culturas señalaron que la mayoría de los niños y niñas realizan exploración de sus genitales como parte de su auto descubrimiento, y si se les permite, avanzar n progresivamente hasta la masturbación sistemática; esto ocurría la aproximadamente entre los 6 y 8 años de edad.

En 1955, Ribble (en Brecher 1973) observó que la manipulación de los genitales y la presencia de un juego sexual claramente definido en los infantes como la respuesta del centrarse los impulsos eróticos en la zona genital aunque había dudas sobre si la actividad masturbatoria era de una manera consciente.

En 1960 Ellis (en Brecher 1973) afirma que sólo puede considerarse la masturbación como un problema sexual cuando se vuelve parte de un patrón de conducta en pacientes psicóticos o cuando es utilizada como el único medio de desahogo sexual, a pesar de tener otros medios al alcance.

En 1973, Sorensen (en Brecher 1973) encuentra que la frecuencia de la masturbación en los hombres disminuye en los períodos en que tienen relaciones sexuales. En las muchachas, la frecuencia se incrementa en los períodos en que tienen relaciones sexuales.

En 1981 Neyra afirma que es la actividad sexual más común y que se masturban entre el 90% y el 95% de los adolescentes.

En 1983 Mc Cary sostiene que: "Probablemente, la forma más fructífera de responder a la máxima capacidad sexual del individuo es mediante la auto estimulación. La masturbación, constituye un acto perfectamente sano y normal en muchachos, muchachas, hombres y mujeres tanto jóvenes como ancianos".

En 1986, Hunt manifiesta que sólo el 15% de los jóvenes creen que la masturbación es mala y que se apreciaba un cambio general de actitudes hacia esta, que había pasado de ser una manifestación patológica a un método terapéutico.

El cambio de actitudes frente a la masturbación que ha habido en los últimos 50 años es claro y se puede apreciar en los comentarios de A. Costler y A. Willy (1978) que afirman:

"El onanismo es una manifestación de sexualidad, una etapa en la evolución del instinto sexual. Es inofensivo en tanto se le practique provisoriamente y como un substituto. La masturbación tiende a convertirse en hábito en individuos carentes de toda inclinación depravada, pero incapaces de hallar una salida normal a su actividad sexual

A lo enumerado habría que agregarle las afirmaciones de la mitología popular de que la práctica masturbatoria hace aparecer pecas en la cara, pelos en la palma de las manos, acné, descalcificación ósea, crecimiento de verrugas; lleva a que se sequen los testículos, o se caiga el clítoris (en el caso de las mujeres), o se reblandezca el cerebro. Un educador alemán aconsejaba a sus colegas que enfrentaran ante un espejo a un adolescente sorprendido en actitud masturbatoria y le dijeran: “Ësta es tu imagen de la muerte, el vicio te llevará a la tumba”. Con razón Michel Foucault postulaba que “el sexo del colegial llegó a ser un problema público durante el siglo XVIII”. Así nace el concepto, en las ciencias médicas, de locura masturbatoria, definida académicamente por el psiquiatra alemán Krafft-Ebbing (1886), quien difundió la idea de que estaba en la base de ciertos cuadros psicóticos.

La masturbación, definida como la autoestimulación genital a solas, responde a una pulsión, a una necesidad de reconocimiento corporal o de satisfacción del deseo a través de caricias en los genitales. No me refiero solamente a la etapa de la pubertad: también la vemos en los niños muy pequeños, que incluyen el hecho de tocarse entre sus juegos más recurrentes. Hay quienes piensan que esta actividad en los pequeños debería reprimirse, pero el castigo del toqueteo o de la autoestimulación genital no tiene ninguna utilidad ni resultado positivo: en la práctica no resulta. En este sentido podría citar una infinidad de recursos aberrantes que se probaron con esa finalidad represiva:

-Atarlos con sogas y cadena. Evitar camas mullidas y habitaciones calefaccionadas.

-Quemarles las manos con ladrillos calientes.

-Sujetar el pene con unos cordeles o atarles campanillas

-Cinturones de castidad

-Jaulas con clavos, rodeando el pene, que lastimaban al erectar.

-Operaciones mutilantes y castratorias Clitoridectomías (Extirpación del clítoris en la mujer).

-Cauterización de la médula dorsal para desensibilizar los genitales.

Otros afirmaron que la eyaculación precoz es causada por la masturbación pero no existe una relación lineal entre una y la otra. A lo sumo podría decirse que muchos son eyaculadores precoces no por masturbarse sino por masturbarse incorrectamente. Esto quiere decir que muchos varones, cuando se autoestimulaban, lo hacían sin parar hasta eyacular, sin interrupciones ni demoras. Otros, en cambio, con intención de prolongar sus sensaciones placenteras, interrumpían sus caricias o masajes cerca del momento límite, pre orgásmico, y luego volvían a comenzar, varias veces, hasta eyacular. Los primeros responden al modelo masturbatorio del eyaculador precoz; los que practicaron espontáneamente el parar y arrancar no tuvieron, en la mayor parte de los casos, ese problema.

En la Biblia no aparece una prohibición expresa de su práctica, pero sí en forma alegórica como en el caso de la trasgresión de Onán, ya que todo acto sexual no destinado a la procreación era castigado, pues el objetivo principal era el crecimiento y supervivencia del pueblo judío (“creced y multiplicaos” dice el precepto del Génesis).

En sociedades desarrolladas como la egipcia y la grecorromana existía -al menos entre las clases dominantes- un alto grado de liberalidad sexual: hay referencias a cultos fálicos y a masturbaciones en grupos en las fiestas (como las Saturnales romanas). Entre las civilizaciones precolombinas es difícil encontrar datos fehacientes sobre el tema, pero por ciertas producciones artístico-ornamentales (de neto corte fálico) cuando no educacionales, como es el caso de los huacos eróticos (vasijas) del Perú, y por las costumbres de algunos grupos indígenas de la actualidad, que guardan similitud con sus antecesores en la zona, puede inferirse que la masturbación era tolerada. En algunas poblaciones indígenas de Colombia aún se acostumbra que, cuando llega un invitado de otro lugar, sólo es aceptado como huésped si se deja estimular los genitales en forma manual por un miembro varón de la tribu. Absolutamente extraño y para algunos enajenado pero cierto.

Como paréntesis literario he aquí algunos escritores que en sus obras comienzan a desdramatizar, cuando no a elogiar, esta práctica, como es en los casos del norteamericano Henry Miller; la portuguesa Anaïs Nin; Phillip Roth que, en su Lamento de Portnoy, describe con lujo de detalles las prácticas onanistas del personaje; la obra de Charles Bukowsky y Woody Allen (tanto en sus textos como en sus films); más cerca nuestro, Julio Cortázar en su Libro de Manuel, nos describe el caso de Lonstein, un cultor del sexo a solas, que ha llegado a perfeccionar la técnica requerida para disfrutarlo al máximo y nos propone un auténtico Manual del onanista consumado y feliz. O como en el caso de varios personajes de mi novela La cara de Dios que viven atrapados en una constante dualidad: atemorizados por el anatema religioso y la vigilancia familiar, tanto como tentados por los deseos de conocerse sexual y genitalmente a través de la masturbación y de las fantasías adolescentes. La lista sería larga e interminable mas deberíamos rendirle tributo a nuestros geniales antecesores que se burlaron con talento y exquisitez de los sectores conservadores y retardatarios: Bocaccio y Aretino, Chaucer y Sterne, Petronio y Alphonse Donatien -el divino marqués-, el colega Rabelais y Voltaire, Vatsyáyána con su Kamasutra.

Puede ocurrir que la masturbación responda a causas no eróticas como estados obsesivo-compulsivos o como forma de calmar momentos de angustia. Es aquella que se hace sin placer, como un ritual, impulsivamente, o a la que se recurre frente a una situación tensionante, a veces sin importar el lugar, el momento o el entorno. Cualquier estado de angustia que provoque displacer, lleva a una masturbación como manera de vivenciar, aunque efímera e ilusoriamente, una sensación placentera pero no suele ser eficaz para resolver ningún conflicto. Si un chico se estimula sus genitales es parte de su desarrollo psicosexual, pero si lo hace en público, en la escuela o de una manera irrefrenable, no es que tenga un problema causado por la masturbación sino que se masturba como consecuencia de una dificultad a la que no encuentra solución. Otro sería el caso de aquellas personas que se masturban de manera excluyente y no entablan relaciones con ningún sexo. Podría encubrir personalidades esquizoides, introvertidas o fóbicas, o aquellos con aversión sexual que temen el contacto con los otros y prefieren refugiarse en un mundo de fantasías por temor a la realidad.

Es bastante común que las parejas practiquen juegos de estimulación manual-genital, pero a esto yo no lo llamaría masturbación (que, en su estricto sentido, significa estimulación sexual por uno mismo, a solas) ya que es un juego erótico de estimulación compartida. Una variante sería masturbarse mirando a la compañera; otra serían aquellos que necesitan de la estimulación directa para poder concretar el acto sexual. Por ejemplo, en los varones que han cruzado la barrera de los 50, puede ser un recurso que utilicen ellos mismos frente a sus parejas.

En otro orden de cosas, hay eyaculadores precoces que la utilizan previamente para hacer más prolongado el coito, pero es un pésimo recurso porque a medida que pasan los años, el período refractario es más largo, la capacidad de recuperación disminuye y conseguir una erección y, más aún, un segundo orgasmo, ya no resulta tan sencillo como a los 20 o 30.
En los adolescentes se da con mayor frecuencia debido a la irrupción de un intenso impulso sexual por la llegada de hormonas al torrente sanguíneo, lo que produce una intensificación de la libido (energía sexual). Los jóvenes pueden hacerlo una, dos o más veces al día, sin que los afecte en nada, porque ese flujo hormonal les otorga una pulsión sexual que necesitan canalizar y que su plena vitalidad permite sin consecuencias ulteriores. Si bien es cierto que disminuyen la frecuencia masturbatoria cuando comienzan a hacer el amor con las chicas, suelen coexistir ambas prácticas.

No todos los varones se masturban igual: si es con la mano, hay diferentes formas de frotar el pene. Está quien utiliza toda su mano y aprieta fuerte el miembro y aquel que sólo utiliza el dedo pulgar e índice a modo de anillo. Muchos, varones o mujeres, no recurren a sus manos y se frotan contra el colchón o una almohada, pero en algunos de estos casos donde se evidenció un rechazo a tocarse podíamos ver, a posteriori, cuadros de eyaculación retardada o ausente y anorgasmias o fobias sexuales. También ciertas personas se excitan adicionando un estímulo anal o acariciando partes de su cuerpo, otras disfrutan frotándose con cremas, viendo películas pornográficas o mirando fotos de desnudos.

En determinados casos podríamos detectar comportamientos patológicos, como aquellos que se dan fuera de contexto. Si un individuo en vez de hacerlo en su intimidad se masturba públicamente mirando parejas, es evidente que estaría encuadrado en una parafilia -cuando se necesitan de actos inusuales o extravagantes para lograr la excitación: en este caso son exhibicionistas o voyeuristas (es interesante ver que es una parafilia detectable, casi de manera excluyente, entre los varones). Otro rasgo que podría denotar cierta distorsión de la norma es cuando se vuelve un modo exclusivo de obtener placer. Habría que revisar en estos casos qué es lo que impide relacionarse sexualmente con otras personas porque, evidentemente, algo no está funcionando adaptativamente en su estructura psicológica, hecho frecuente en las aversiones y fobias sexuales.

La masturbación femenina ha sido más reprimida y censurada culturalmente que la masculina. Si bien los varones, con o sin culpa, lo hacen, muchas mujeres han inhibido tal posibilidad. Aunque algunas de ellas no reconocen una masturbación directa, al interrogarlas recuerdan ciertos juegos que son evidentemente sucedáneos de ella, como por ejemplo colocarse las manos o un almohada entre los muslos o frotarse contra la cama o algún borde. Si bien hay mujeres que disfrutan de su sexualidad sin haber pasado por la etapa de autoestimulación, observamos con gran frecuencia, en aquellas que consultan por anorgasmia, en sus antecedentes sexuales no registran el haberse masturbado, lo que permite advertir una falta de permiso para explorarse y reconocerse genitalmente y esto frecuentemente se liga con la dificultad de llegar al orgasmo.

Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografías a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno

El análisis de las estadísticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% ó 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas (y lo es el 90% de la población femenina), se encuentra que se masturban entre el 91% y el 99% de ellas, prácticamente todas.

Epígrafe 1.2 DE UN TABÚ A UN ARMA TERAPÉUTICA

En Sexología se habla de la posibilidad del empleo de la autoestimulación con fines terapéuticos, siempre y cuando el paciente lo acepte, para revertir casos de eyaculación precoz y retardada, anorgasmias o disfunciones eréctiles. Si bien excede los marcos de este trabajo una detallada descripción del uso de la autoestimulación en el marco de las Terapias Sexuales podemos decir que es un instrumento técnico de primer orden (como es el caso de las técnicas de parada-arranque, a realizar fuera de la consulta médica, o el método de Semans) en programas de tratamientos para eyaculación precoz, anorgasmias, disfunción eréctil y fobias sexuales del varón y la mujer. El objetivo inicial consiste en la eliminación de tantos factores de inhibición como sea posible ya que muchas veces la presencia de otra persona ejerce un efecto inhibidor importante, hecho observable en las fobias sexuales. Se intenta reducir la ansiedad y exigencias de rendimiento del paciente, dándole (a través de técnicas conductuales), cognitivas o gestálticas- un cierto “permiso” para lograr el orgasmo o la erección. Tendría que destacar que las Terapias Sexuales suelen ser de mayor efectividad cuando el tratamiento se hace en conjunto con la pareja. En el caso del eyaculador precoz se intenta que sepa reconocer las sensaciones preorgásmicas y detenerse a tiempo, cosa de lo que no tiene un claro registro, para reeducar los tiempos internos del individuo en aras de prepararse para sus encuentros sexuales posteriores.

Es dable observar que en muchos casos de eyaculación retardada o de aneyaculación se detecta -amén de denotar una cierta estructura obsesiva y controladora de las emociones-, que este tipo de pacientes no se ha tocado los genitales ni se masturbaron, salvo por frotamiento en la cama, sin intervención de las manos y de una manera ritualista. En estos casos, en los inicios de la terapia, se intenta que logren autoestimularse tocándose los genitales y que puedan eyacular (algunos por primera vez en su vida) por vía masturbatoria.

Algo similar ocurre con las mujeres anorgásmicas: hay una cierta correlación entre su dificultad y la represión de experiencias masturbatorias, incluso en su adolescencia.

Es bastante común observar que en las anorgasmias primarias se nota una ausencia de historia de autoestimulación, incluso muchas veces refieren que ni se han mirado sus genitales: hecho común en las fobias a la penetración, el vaginismo y el matrimonio no consumado.

Existen variantes en la masturbación. La mayoría de los hombres se masturban agarrando el pene con la mano, moviéndola de arriba hacia abajo o de atrás hacia adelante, según la postura del individuo. Otros, no utilizan toda la mano sino que agarran la zona del frenillo entre los dedos índice y medio, y el pulgar por el otro lado. Otra técnica es emplear las dos manos en el pene otros sólo frotan su pene con una mano y con la otra se estimulan los testículos o pezones, entre otras partes del cuerpo.

Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sí solo. Aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.

Existen artilugios mecánicos y eléctricos para que los hombres se masturben: muñecas inflables, vaginas artificiales, bombas de vacío, etc. También pueden utilizar vibradores, concentrando su actividad sobre el frenillo.

Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Curiosamente, el padre del psicoanálisis sostuvo hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia o fatiga crónica.

Sin embargo, debemos más al conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades.[1

Epígrafe 1.3. La masturbación en la infancia, adolescencia y ancianidad.

La niñez fue vista durante mucho tiempo como una etapa inocente, en donde no había lugar para impulsos sexuales y menos para prácticas de este tipo. Se pensó que la presencia de la masturbación en niños era señal de precocidad sexual e indicio de conductas problemáticas, sin embargo, al profundizarse el estudio de la conducta sexual y al poner mayor atención a los niños se encontró que lejos de tener un efecto perturbador en las relaciones del infante, aquellos con mayor tendencia masturbatoria llevaban mejores relaciones con su madre, en comparación de quienes mostraban una conducta más conflictiva y que se caracterizaban por una menor práctica de la masturbación (Spitz 1949 en Brecher 1973). Igualmente Kinsey manifestó encontrar la presencia de orgasmos mediante la masturbación en la infancia, informó que el 32% de los niños menores de 1 año eran capaces de tener orgasmos, igualmente ocurría en las niñas y era como resultado de la masturbación (Kinsey y col. 1948, 1953). Ribble observó que la manipulación de los genitales y la presencia de un juego sexual claramente definido en los infantes aunque había dudas sobre si la actividad masturbatoria era de una manera consciente (Ribble 1955, en Brecher 1973).

Desde entonces ya era claro que la vida sexual se manifestaba desde la infancia, pasando por distintos ciclos, encontrándose que entre los 3 y 7 años de edad había un incremento en el interés sexual y la actividad sexual, que si bien no todos se masturban en esta etapa, el 5% de los niños de 6 años o menores se había masturbado y el 10% de los niños de 7 años (Ramsey 1943, en Brecher 1973).

En estudios posteriores sobre la conducta sexual en distintas culturas se halló que la mayoría de los niños y niñas realizan exploración de sus genitales como parte de su auto descubrimiento, y si se les permite, avanzarán progresivamente hasta la masturbación sistemática; esto ocurría la aproximadamente entre los 6 y 8 años de edad (Ford y Beach 1951, en Mc Cary 1983).

Igualmente se pensaba que era durante la adolescencia que la masturbación aparecía como respuesta a los incontenibles impulsos de naturaleza sexual, pero igualmente, al profundizar estudios, se encuentra que los niños empiezan a masturbarse desde muy pequeños y que a los 10 años ya la ha practicado el 13% en general, alrededor del 12% de las niñas la ha practicado alrededor de los 12 años, en el caso de los niños el porcentaje es del 21% a la misma edad, mostrando un inicio m s temprano (Kinsey 1953).

En términos generales los niños adolescentes se masturban un promedio de 2.5 veces por semana, aunque el 17% lo hace de 4 a 7 veces por semana (Mc Cary 1983).

Al parecer los niños y las niñas aprenden a masturbarse de distinta manera, los primeros lo hacen recibiendo información de sus compañeros, a través de lecturas, por que la ven practicarla, etc. mientras que la mayoría de las niñas llega a ella a través del auto descubrimiento y de forma accidentales

La masturbación en adolescentes

Aunque muchos niños se masturban, el punto máximo de esta práctica por lo general se produce en la adolescencia. Por lo común, la masturbación se inicia como una vía de escape de las tensiones sexuales durante los años inmediatamente precedentes o siguientes a la pubertad; esto corresponde alrededor de los trece o catorce años en los varones y uno o dos años antes en las adolescentes. En el final de la adolescencia, cuando el adolescente realiza una adaptación heterosexual buena o relativamente buena, hay disminución de la masturbación (Peck y Wells 1923; Davis 1923; Landis y col. 1940; Ramsey 1943; Kinsey y col. 1948, en Hurlock 1970).

Es durante la adolescencia cuando la mayoría de jóvenes descubre la masturbación y la practica con mucha frecuencia, esto lo confirma Kinsey (1948) que encuentra que el 96% de los preuniversitarios se había masturbado, y es para el adolescente, la práctica sexual más común, pues la practican con regularidad entre el 90% y el 95% de los adolescentes (Neyra 1981). Acerca del inicio de la masturbación en esta etapa, tenemos que de un 28% a 37% de mujeres empieza a masturbarse a los 14 años (Ochoa 1991).

La masturbación en la ancianidad

Durante mucho tiempo se ha considerado a la ancianidad como una etapa en la que la vida se torna pasiva y de "descanso", privada de intereses y por supuesto, de vida sexual; pero esto no es cierto, es un hecho que alrededor del 25% de los hombres mayores de 60 años se masturba, incluso, aquellos que tienen coitos (Kinsey y col. 1948, en Mc Cary 1983).

Star y Weiner (Ochoa 1991) señalan los siguientes porcentajes de masturbación en ancianos:

Edad

% Varones

% Mujeres

60-69

92.6

47.1

70-79

29.5

49.1

80-89

45.8

35.5

Tenemos que considerar cual esa la imagen y la valoración que tiene nuestra sociedad frente a sus prácticas sexuales. Así mismo es importante considerar los sentimientos y la satisfacción de las necesidades sexuales de los ancianos cuya pareja ha fallecido o ya no tiene interés o capacidad para las funciones sexuales (Mc Cary, 1983).

Hombres y mujeres de edad madura y en la ancianidad se masturban. Un estudio mostró que el 59% de las mujeres solteras y 30% de las casadas entre 50 y 79 años se masturban ("Sex behavior" 1966, en Mc Cary 1983), por lo que resulta difícil aceptar que la masturbación es un acto propio de individuos inmaduros. Las mujeres seniles continúan siendo capaces de sentir orgasmos múltiples y muchas recurren a la masturbación para satisfacer esta necesidad, así tenemos que alrededor del 59% de las mujeres solteras de edades entre 50 y 70 años admite masturbarse y el 30% de las casadas complementa su vida sexual con la masturbación (Kinsey y col. 1953, en Mc Cary 1983). Si bien podemos hallar diferencias entre los porcentajes entre las muestras de Kinsey (americanos) y la de Ochoa (europeos), esto sólo demuestra que es un fenómeno casi universal que se presenta con variaciones socioculturales.

Capítulo II. Metodología

CARACTERISTICAS GENERALES DE LA INVESTIGACIÓN

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal a los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de Psicología en la sede universitaria Manuel Isla Pérez del municipio Santiago de Cuba en el periodo comprendido de septiembre-noviembre de 2010.

La metodología utilizada fue el paradigma cuantitativa teniendo en cuenta que la investigación cuantitativa se caracteriza por la existencia de hipótesis previa, que trata de ser verificadas o confirmadas; son deductivas, se constatan sobre una nómina fija de objetivos y buscan conseguir generalizaciones legales; utilizan datos numéricos, presuponen la existencia de un sentido que es necesario develar o descubrir. Su pretensión fue evaluar el nivel de conocimiento de los estudiantes del sexo masculino de la especialidad de psicología de la salud acerca de la masturbación como práctica de sexo seguro.

Esta permite obtener información esmeradamente, reflexionando de forma analítica y permanente acerca de lo que se obtiene, así como, hacer uso de técnicas abiertas y participativas, diferentes tipos de datos y constatar los resultados.

2.1 Selección de la muestra de estudio

Para la conformación de la muestra se realizó una convocatoria en los diferentes años de la especialidad (Ver Anexo 1), la estrategia de selección para la conformación se aplicó el muestreo probabilístico con una selección aleatorio simple donde se aplicó los criterios de inclusión y exclusión, seleccionándose 43 estudiantes de el total (63) de la matricula de la especialidad.

En el estudio se tuvo presente los siguientes criterios:

CRITERIOS DE INCLUSIÓN:

· Voluntariedad. .

· Permanencia en el área durante el tiempo que dure la investigación

· No limitación física y mental que impidan participar en el estudio

· Tener pareja sexual

Para iniciar el proceso de investigación se realizaron las negociaciones pertinentes con los miembros seleccionados para su participación, se contó con su consentimiento informado (Ver Anexo 2)

Para realizar la investigación dividimos la misma en tres momentos o fases:

1. Etapa de diagnóstico

Obedece al criterio de poder constatar el estado actual del fenómeno que se desea transformar y sobre su base planificar los aspectos en los cuales sea posible emprender acciones de ayuda e intervención y que los resultados puedan medirse en un tiempo relativamente corto. Constituye un proceso que no se limita a la etapa inicial sino que está presente durante todo el periodo de intervención.

La recolección de los datos se tomó personalmente por el autor mediante un instrumento confeccionado al efecto, (Ver Anexo 3) aplicada a los estudiantes el día que se inició el estudio. Esta encuesta permitió evaluar el nivel de conocimiento de los estudiantes de la especialidad de psicología en la sede universitaria Manuel Isla Pérez del municipio de Santiago de Cuba, para luego evaluar la información obtenida al respecto. La misma incluyo datos generales de los encuestados así como 11 preguntas que se evaluaron de forma individual y global sin incluir el nombre de los encuestados.

2. Etapa de evaluación

Obedece al propósito de evaluar los cambios operados, contrastando el nivel de desarrollo inicial con el final, en dependencia del objetivo que se haya trazado para la intervención. Sobre la base de los resultados obtenidos es posible diseñar una nueva etapa para la intervención que implique, plantearse nuevos y superiores objetivos o reestructurar el sistema de acciones para el existente, porque este no se haya cumplido o sólo se logró parcialmente.

Pasado el periodo comprendido para la realización de la aplicación de la encuesta, se evaluaron los resultados de la misma.

2.2 Declaración de los indicadores a tener en cuenta

Para la adquisición de los mismos se inició un proceso de reunión teórica que favoreció obtener la definición de categorías productivas teóricamente en relación con el tema de la investigación, en el proceso de construcción del conocimiento para la definición de zonas de sentido sobre el problema estudiado, que facilitan el seguimiento de los complejos procesos que caracterizan el estudio de la subjetividad humana. Como objeto de estudio principal asumimos la categoría estudiantes y masturbación, la cual se evalúa a través de indicadores elaborados sobre el mismo.

Estudiante

Es una persona que a pesar de la edad en años que tenga, se encuentre capacitando o recibiendo alguna educación en alguna de las diferentes enseñanzas como primarias, secundarias, técnica o preuniversitaria, universitaria.

Indicador

Nivel de conocimiento.

Masturbación

La masturbación es una alternativa más en la rica gama de la sexualidad humana. Una fuente a explotar en la búsqueda de los deseos que nos motivan y los que no, una parte del camino para ser individuos plenos.

Indicadores

Normal. Cuando el estudiante no considera la práctica de la masturbación como una enfermedad o una práctica de la etapa de la adolescencia.

Anormal. Cuando el estudiante considera la práctica de la masturbación como una enfermedad o una perversión sexual.

3. Técnicas empleadas de los objetivos de la investigación

Para la consecución de los objetivos de la investigación se utilizó:

Encuesta: Explorar el nivel de información acerca de la masturbación. (Ver Anexo 3), se les pidió a los estudiantes que respondieran cada una de las preguntas que cada encuesta es anónima y confidencial y que solo será utilizada con fines estadísticos. Se evaluó tomando como base los resultados de la encuesta y se cálculo de la siguiente manera:

  1. Se sumaron el valor final total de todas las encuestas y se dividieron entre el total de participantes.
  2. Luego se resto el valor final, al valor inicial, esta diferencia nos orienta el por ciento de conocimiento adquirido finalizado el programa de clases.
  3. Si este valor es superior a 75 entonces los avances fueron significativos y por tanto resulta efectivo el programa de clases.

Procedimientos

La etapa de acceso al campo fue facilitada por la interacción con los jefes de los diferentes años de la especialidad en el municipio Santiago de Cuba y el autor.

En un primer momento, se hizo necesaria la búsqueda de autorización de la dirección del departamento de psicología para la realización del estudio. Después se realizó la interacción con los 63 estudiantes a los cuales se les comunicó los objetivos de la investigación, luego de presentado en un ambiente muy cordial por un estudiante de psicología de 6to año de la especialidad.

En un segundo momento, se realizó una detallada revisión bibliográfica acerca del tema, además de la búsqueda en la biblioteca virtual de Internet e Infomed y del sitio Web del Centro Nacional de Sexualidad. Resultó de gran utilidad para ubicar y sustentar teórica y metodológicamente la investigación, así como para familiarizarse con el tema y conocer las tendencias actuales de estudio en este campo, lo que permitió obtener diversas definiciones necesarias para la investigación.

En un tercer momento, se elaboraron los cuestionarios dirigidos a los estudiantes, la guía de observación. Luego se acudió a cada aula en dependencia del día que cada uno de los estudiantes le tocara asistir a la escuela ya que acuden en dos frecuencias semanales. El cuestionario, se llevó a cabo en tres días producto a la disponibilidad de tiempo de los investigados.

De forma general, en cuanto al procedimiento a seguir para la aplicación de la técnica, se realizaron de forma individual en lugares apropiados respecto a las condiciones del mismo, privacidad y comodidad para los sujetos.

En la etapa antes mencionada y durante la investigación se diseño teniendo presente las cualidades de honradez, veracidad, pertinencia y competencia de los investigadores y el respeto a los estudiantes.

Dichos principios antes mencionados se nombran a continuación:

I. Instrumentos razonables y comprensibles.

II. Sensible a variación.

III. Con suposiciones básicas justificables.

IV. Con componentes claramente definidos.

V. Derivable de datos factibles de obtener.

Componente ético

Para brindar una atención humanista y de responsabilidad legal se articularon las necesidades, sociales, políticas, científicos, normas legales, principios éticos y bioéticos como no maleficencia, beneficencia, respeto a la vida humana, justicia, autodeterminación de la persona.

Tareas científicas

1. Fundamentación teórica de la masturbación.

2. Identificación del nivel de conocimiento que poseen los estudiantes acerca de la masturbación como práctica de sexo seguro.

3. Evaluación de los beneficios a partir del criterio de expertos y la autovaloración de los participantes.

Para dar cumplimiento a la tarea uno

Para darle salida se realizó una extensa revisión bibliográfica que fundamentará las bases teóricas-metodológicas de la investigación, que se expresan en la fundamentación teórica.

Para dar cumplimiento a la tarea dos

El método de investigación que se utilizó fue la encuesta a través de preguntas abiertas y cerradas.

Para dar cumplimiento a la tarea cuatro

Se aplicó el método de consulta a expertos de Moriyama, y una encuesta de autovaloración con un cuestionario de preguntas de respuestas abiertas y cerradas.

En la etapa de evaluación se tuvo en cuenta los resultados del cuestionario aplicado. El nivel de análisis realizado tiene en cuenta las respuestas más reveladoras de los participantes, se describen además datos expresados por estos a partir de la entrevista cualitativa abierta que se les realizó con el objetivo de conocer cómo se sintieron, en el análisis se tuvieron en cuenta elementos recogidos durante el proceso como el contexto, aspectos emotivos vinculados a la intensidad de las expresiones, las impresiones, los silencios, entre otros.

La información obtenida se proceso de forma computadorizada Window XP, utilizándose el por ciento como medida de resumen calculado. Los resultados obtenidos se presentaron en tablas en la que usaremos medidas de resumen para variables cuantitativas como el porcentaje, se usaron números absolutos.

Después de haber analizado la técnica y los métodos empleados, se realizó la integración de los resultados para establecer las conclusiones y las recomendaciones pertinentes.

Metódica

1ra etapa: Diagnostico de los conocimientos sobre la masturbación de los participantes.

Para evaluar el nivel de conocimiento de los participantes sobre la masturbación como práctica de sexo seguro se les aplicó una encuesta (Ver Anexo 3), que consta de 9 preguntas validada por un comité de expertos, obteniendo un nivel de confiabilidad del 95.0%, donde la misma recoge variables de interés para los autores como:

I.- Edad de los estudiantes: Es el tiempo que una persona ha vivido desde su nacimiento hasta el estado y momento actual de su existencia, tomándose de ella la edad cumplida en años. Variable cuantitativa continúa. La agrupamos en grupo quinquenales

· 20-24 años

· 25- 29 años

· 30-34 años

· 34 +

II - Se ha masturbado alguna vez: Es el criterio que tienen los estudiantes varones con respecto si han tenido esta práctica sexual alguna vez. Variable cualitativa ordinal dicotómica.

v Sí. Cuando responde que se ha masturbado

v No. Cuando refiere que no se ha masturbado

III Orientación Sexual. Variable Cualitativa ordinal dicotómica.

Homosexual

Bisexual

Heterosexual

IV -Nivel de frecuencia con que practica la masturbación. Conocimiento de los estudiantes varones con que nivel de frecuencia práctica la masturbación. Variable cuantitativa ordinal politómica.

v 1 vez

v 2 veces

v 3 veces

v 4 veces

v 5 veces

v Algunas veces.

V. Conoces que es sexo seguro.

· Sí.

· No

VI Práctica alguna religión. Variable cualitativa ordinal dicotómica

·

· No

VII. Practicas la masturbación en las relaciones sexuales. Variable cualitativa ordinal dicotómica.

v

v No

VIII. Consideras algún beneficio a la masturbación. Variable cualitativa ordinal dicotómica.

IX.

v

v No

IX. Consideran la masturbación solo una practica sexual de los adolescentes. (Por qué). Variable cualitativa ordinal dicotómica

X.

v

v No

VII. Cuando se masturba lo realiza por que….Variable cualitativa

VIII. Nivel de Conocimiento referente a la masturbación como perversión sexual. Variable cualitativa ordinal dicotómica.

v

v No

Para evaluar el total del nivel de conocimiento sobre la masturbación como práctica de sexo seguro en los estudiantes del sexo masculino.

· Adecuado: Cuando la puntuación alcanzada en la evaluación de la encuesta fue por encima de los 75 puntos.

· Inadecuado: Cuando la puntuación alcanzada en la evaluación de la encuesta fue por debajo de los 75 puntos.

·

2da etapa: Evaluación

Una vez concluido la aplicación de la encuesta permitió observar los resultados antes señalados el mismo se evaluó midiendo el nivel de conocimiento de los estudiantes.

Para el conocimiento se utilizó la encuesta de preguntas el mismo se evaluó teniendo como base los resultados de la misma se calculó de la siguiente manera:

· Se sumaron el valor final total de todos los cuestionarios se dividieron en el total de participantes.

· A estos se les calculó por regla de tres el por ciento teniendo como base que valor máximo es de 5.

· Si este valor es superior a 75 puntos entonces existe conocimiento acerca de la masturbación.abla No1. Características por edad. Santiago de Cuba Septiembre- Noviembre 2010

Edad

No

%

20-24

12

27.9

25-29

16

37.2

30-34

15

34.9

34 +

-

0.0

Total

43

100

Realizando una valoración de los resultados en la tabla no 1 tenemos que en nuestro estudio prevaleció el grupo de edad de 25 – 29 años de edad con 16 participantes que representan el 37.2%, seguido de los de 30-34 años con 15 (34.9%), y los de 20-24 con 12(27.9%)

Tabla No 2: Orientación Sexual

Orientación sexual

No

%

Heterosexual

30

69.8

Bisexual

6

13.9

Homosexual

7

16.3

Total

43

100

En la tabla 2 acerca orientación sexual el 69.8% refirió ser heterosexual, 16,3% ser homosexual, 13.9% bisexual.

Tabla No 3 Nivel de conocimiento si práctica alguna religión

Religión

No

%

9

20.9

No

34

79.1

Total

43

100


Tipo de religión

No

%

Cristiana Pentecostal

2

22.3

Católica

4

44.4

Santero(a)

3

33.3

En la tabla No 3 se pudo corroborar que 20.9% (9) practican algún tipo de religión y el 79.1% no lo realiza, el 22.3% practica la religión cristiana pentecostal, 44.4% es de una denominación católica, y el 33.3% es santero.

Tabla No 4 Conoces que es sexo seguro

Sexo seguro

No

%

SI

39

90.6

NO

4

9.4

Sexo seguro

No

%

Caricias

23

53.5

Besos

32

74.4

Masajes

21

48.8

Masturbación

43

100

Frotar cuerpo con cuerpo

19

44.2

Uso del preservativo

4

9.3

Otras

__________

0.0






En la tabla No 4 recoge los resultados en cuanto a conocimiento sobre sexo seguro, donde los participantes en el estudio para un 100% refieren conocerlo, a partir de la pregunta que explique ¿cuales son?, 4 personas (9.3%) responde que en esta práctica esta incluida el uso del preservativo, y se tenemos en cuenta el concepto de sexo seguro, que no es mas que la práctica sexual sin tener intercambio de fluidos corporales altamente infectante y sin existir la penetración(coito), sino los besos, caricias, masturbaciones mutuas, masajes que los participantes pudieron mencionar correctamente.

Tabla No 5: Alguna vez se ha masturbado.

Alguna vez se ha masturbado

No

%

43

100

NO

0.0

0.0

.

Al analizar la tabla no 2 la exploración de si alguna vez se han masturbado los 43 participantes de la investigación contestaron afirmativamente para un 100%.

Tabla No 7 Cuando se masturba lo realiza por que….

¿Por qué?

No

%

Forma de autoerotismo

22

51.2

Permite conocerse más a la pareja.

4

9.3

Variante en la relación sexual

12

27.9

Cambiar la rutina

4

9.3

Su pareja se lo solicita

5

11.6

Analizando la tabla No 7 podemos corroborar que el 51.2% la realiza ya que le permite conocerse, seguido 27.9% que la reconoce como una variante en la relación sexual, 11.6% lo realiza por que su pareja en las relaciones sexuales se lo solicita, y por último 9.3% por cambiar la rutina y por que permite conocerse más a la pareja.

Tabla No 7. Con que frecuencia lo Practica en el día

Número de veces

Cantidad

%

1 vez

22

51.2

2 veces

4

9.3

3 veces

---

---

4 veces

---

---

5 veces

17

39.5

Total

43

100

Al analizar la tabla 3 podemos evaluar con que frecuencia practican la masturbación en el día, donde 22 de los participantes contestaron que 1 vez para el 51,2%, 17 que alguna vez para un 39,5% y 4 contestaron 2 veces al día para un 9,3%.

Tabla No 8: Prácticas la masturbación en tus relaciones sexuales

Respuestas

No

%

SI

35

81.4


NO

8

18.6

Total

43

100

Como lo realiza.

No

%

Lo prácticas solo

18

51.4

Lo Prácticas acompañado

17

48.6

Total

43

100

Al evaluar la tabla no 4 sobre si practican la masturbación en sus relaciones sexuales, 35 contestaron que sí, para un 81,4% y 8 que no, para un 18,6%, si lo practican sólo 18 para un 51,4% y si los practican acompañado 17 para un 48,6%.

Tabla No 9: Conocimiento si le considera algún beneficio a la masturbación. ¿Por qué?

Conocimiento

No

%

SI

43

100

NO

----

0.0

Total

43

100

Al evaluar la tabla 5 sobre los conocimientos sí le considera algún beneficio ala masturbación el total de los participantes 43 plantearon que sí para un 100% y entre los beneficios están que permite conocerse mejor y explorar su cuerpo para un 16.3% es una conducta sana para un 20.9%, es una forma de satisfacción sexual 18.6%, es visto como una practica de sexo seguro para un 13.9%, y como una práctica que evita el stress con 13.9%, y otros planteamientos para un 16.3%.

Por qué

No

%

Permite conocerse y explorar el cuerpo.

7

16.3

Es sana.

9

20.9

Forma parte de la satisfacción sexual.

8

18.6

Sexo Seguro.

6

13.9

Evita el Stress

6

13.9

Otras causas

7

16.3

Total

43

100

Tabla No 10: Conocimiento sí consideras que la masturbación solo lo practican los adolescentes.

Conocimiento

No

%

SI

8

18.6

NO

35

81.4

Total

43

100

.


Al evaluar la tabla 6 Sobre los conocimientos sí consideran que la masturbación solo lo practican los adolescentes, 8 participantes contestaron que sí, para un 18.6% y 35 que no, para un 81.4%.

Tabla No 11. Conocimiento sí cree que masturbarse es una perversión sexual. ¿Por qué?

Conocimiento

No

%

SI

---

0.0

NO

43

100

Total

43

100

Conocimiento

No

%

Es parte del acto sexual

9

20.9

Es bienestar sexual

12

27.9

En dependencia de la frecuencia que se practique.

6

13.9

Te protege contra las ITS.

10

23.5

Es parte de la sexualidad.

3

6.9

Es una práctica completamente normal

3

6.9

Total

43

100

Al evaluar la tabla 11 sobre si considera que masturbarse es una perversión sexual y por qué, todos los participantes para un 100% contestaron negativamente y entre sus explicaciones está, que es parte del acto sexual 20,9%, es bienestar sexual 27,9% es en dependencia de la forma que se practique 13,9%, te protege contra las ITS para un 23.5%, es parte de la sexualidad 6.9%, es una práctica completamente normal para un 6.9%.

Conclusión

El estudio realizado arrojó que la masturbación es vista desde los estudiantes como una de las prácticas de sexo seguro aunque cuatro de los mismos tuvo en cuenta esta práctica como parte de la penetración, aunque todos las consideran como un alternativa en la prevención de las infecciones de transmisión sexual, y la evalúan como una de las posibilidades más entre otras actividades sexuales, encuadradas en el comportamiento sexual humano, siempre que se practique de forma libre, no sea de carácter compulsiva ni tan reiterada que dificulte la normal actividad cotidiana.

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